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miércoles, 13 de marzo de 2013

La fiesta del árbol

Recuerdo que hace un par de años, durante este tiempo de la cercana primavera estaba buscando en los catálogos de la Biblioteca Nacional algunas referencias sobre publicaciones y cartografía histórica. Allí mirando en la hemeroteca digital que alberga bibliografía y periódicos desde el siglo XVIII hasta finales del XX, llamaron mi atención los textos publicados en la revista La Escuela Moderna del maestro palmeño Melchor Continente Lara. En las dos primeras décadas del siglo XX, Melchor colaboró con esta revista con artículos sobre la educación y la infancia. Algunos de estos textos y más información sobre este profesor de Palma del Río, las trataré en futuras entradas de este blog, pues su recuerdo merece la pena. 

El sugerente nombre de La fiesta del árbol, que tiene reminiscencias simbólicas en muchas culturas e incluso paralelos literarios en el mundo de Tolkien, atrajo mi curiosidad por conocer algo más sobre esta celebración educativa de la naturaleza. En las mismas hemerotecas pude encontrar una noticia que situaba la primera de estas fiestas en Madrid el 26 de marzo de 1896. Aunque existían algunos intentos anteriores  de consagrar una fecha a la plantación de arbolado en países como Estados Unidos con el " día de la Sylvana". 
Esta festividad de la naturaleza, consistía en la plantación de árboles de distintas especies por el alumnado de las sencillas Escuelas Nacionales, para inculcarles valores de respeto, trabajo y amor a la naturaleza.  Las primeras décadas del siglo XX vieron una proliferación de estas actividades educativas. Incluso como se puede ver en la imagen superior, se llegó a crear en Cádiz una Sociedad de Amigos del Árbol. 


En Palma del Río conservamos la noticia de la celebración de esta fiesta entre los años 1925 y 1930. Según el artículo donde fue publicada esta nota, el ayuntamiento de la localidad le regaló a las escuelas locales una bandera con el escudo local. 




El abandono de esta práctica fue paulatino conforme avanzó el siglo. Todavía en algunos lugares se realizan algunas plantaciones de árboles, que bajo el nombre de la fiesta del árbol también constituyen una celebración de valores de  medio ambiente y convivencia cívica. 

lunes, 4 de marzo de 2013

Los bolsillos yermos

El pasado viernes se presentó en Palma del Río, el libro de Antonio Cabrera Ruiz titulado como la entrada de este blog "Los bolsillos yermos" y está publicado por Editorial Séneca. Por un viaje largamente programado no pude asistir a la presentación, pero no quería dejar de acoger en estas letras eléctricas una mención sobre unas páginas que he visto brotar . En ese espacio mágico que es un libro, he tenido la fortuna de ser cobijado de una de las mejores formas, recibiendo al lector, en el zaguán de una gran casa de letras y sentimientos. El autor me pidió que fuera yo quien abriera la puerta mediante el prólogo y ante la situación me sentí afortunado pero henchido de una gran responsabilidad que recaía en mis manos. Ya lo dije en el prólogo, la amistad nos influye y modela la realidad, por eso advierto que hice el esfuerzo de la objetividad en la lectura previa de aquellos textos. Pero la obra estaba bien tejida, con un estilo personal y una visión propia que no debía ser alterada, la historia tenía que seguir su camino, el discurso de unas vidas y unos sentimientos no podía ser domado. Y de aquella manera, terminó la concepción del libro y de mi sencillo prólogo, deje la libertad al autor de enviarlo al cajón, no había compromiso pero se emperró en que el huésped invitado se quedara. Por ello recomiendo la historia y su lectura, pero no me extenderé en halagos porque las páginas valen por sí mismas y no necesitan carta de presentación. Lectura social y humana, en un mundo que algunos días se levanta demasiado gris, con  noticias sobre gente que trata la discapacidad de manera abyecta y alejada de cualquier humanidad. A ellos también va dedicada esta obra, para que dejen de tener el alma y la conciencia yerma.