El pasado viernes se presentó en Palma del Río, el libro de Antonio Cabrera Ruiz titulado como la entrada de este blog "Los bolsillos yermos" y está publicado por Editorial Séneca. Por un viaje largamente programado no pude asistir a la presentación, pero no quería dejar de acoger en estas letras eléctricas una mención sobre unas páginas que he visto brotar . En ese espacio mágico que es un libro, he tenido la fortuna de ser cobijado de una de las mejores formas, recibiendo al lector, en el zaguán de una gran casa de letras y sentimientos. El autor me pidió que fuera yo quien abriera la puerta mediante el prólogo y ante la situación me sentí afortunado pero henchido de una gran responsabilidad que recaía en mis manos. Ya lo dije en el prólogo, la amistad nos influye y modela la realidad, por eso advierto que hice el esfuerzo de la objetividad en la lectura previa de aquellos textos. Pero la obra estaba bien tejida, con un estilo personal y una visión propia que no debía ser alterada, la historia tenía que seguir su camino, el discurso de unas vidas y unos sentimientos no podía ser domado. Y de aquella manera, terminó la concepción del libro y de mi sencillo prólogo, deje la libertad al autor de enviarlo al cajón, no había compromiso pero se emperró en que el huésped invitado se quedara. Por ello recomiendo la historia y su lectura, pero no me extenderé en halagos porque las páginas valen por sí mismas y no necesitan carta de presentación. Lectura social y humana, en un mundo que algunos días se levanta demasiado gris, con noticias sobre gente que trata la discapacidad de manera abyecta y alejada de cualquier humanidad. A ellos también va dedicada esta obra, para que dejen de tener el alma y la conciencia yerma.
Grandes palabras para una gran obra!!
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