En los
últimos años y gracias a la digitalización de varias hemerotecas
históricas, hemos tenido acceso a noticias relacionadas con Palma
del Río de distinta índole. El servicio de prensa histórica del
Ministerio de Cultura, nos proporciona algunas menciones sobre la
feria de mayo en las primeras décadas del siglo XX. De estas
crónicas, podemos obtener información sobre este acontecimiento que
alteraba el ritmo normal de este pueblo. Aunque es cierto que la
feria de mayo era de menos entidad que la de agosto, ya se producen
las primeras referencias en periódicos provinciales de comienzos
del siglo pasado. La fecha de la feria en estas primeras décadas,
siempre se situaba los días 20, 21 y 22 de mayo sin que tuviera que
coincidir, como en la actualidad, con el fin de semana. La primera de
estas breves reseñas, está fechada el 18 de mayo de 1908 y nos
avanza que según costumbre, la feria de ganados se desarrollará los
días 20, 21 y 22 de mayo. Más allá de la propia vertiente
económica y de negocios, el aspecto lúdico de la feria tiene una
importancia creciente. En la nota de prensa nos señalan los festejos
que se desarrollarán que son “diana por la banda municipal,
grandes iluminaciones eléctricas, circos ecuestres en la plaza de
toros, funciones de teatro y cinematógrafo público en el paseo del
llano”. También se anuncia que no se cobra impuesto para las
instalaciones que se hagan en la feria. Como acontecimiento previo a
la feria, el corresponsal indica que la compañía cómica que dirige
el famoso actor Espantaleón, llevó número público al coliseo del
señor Jerez. Un año después, el mismo corresponsal publica otra
breve nota de similar contenido, recalcando las inmejorables
condiciones de las ganaderías. La diferencia es que la fiesta venía
precedida por el triste hallazgo en vísperas de feria, de una joven
palmeña ahogada en el Río Genil. Un breve, publicado en julio de
1913 en el diario de Córdoba también nos muestra que en la feria se
producían hurtos de ganado, como el caso de ese año en el que
desaparecieron dos burros.
De la
década de los veinte del siglo pasado, podemos leer un texto
publicado en prensa el dos y tres de junio de 1925. En esta crónica
poética Rafael Ruiz Núñez, escribe sobre los días anteriores a
este acontecimiento tan esperado por el pueblo. La cercana feria le
sirve al autor para describirnos el antiguo paseo. Rafael nos dice
que el paseo estaba compuesto en estos años por seis filas de
árboles entre los que predominan el naranjo y el álamo negro.
También nos señala, que estaba iluminado mediante lámparas
eléctricas de poca potencia que pendían sustentadas en cuatro
columnas de hierro. Los jardines también son descritos como
“merecedores de una crónica propia y más allá queda la llanura
dedicada a la exposición de los ganados en los días de la feria,
quedando al fondo el convento de San Francisco”. Tampoco podían
faltar elementos tan importantes para el autor, como la fábrica de
harinas y electricidad con sus tres “monumentales norias costeras
de puro estilo árabe “. Además de las “típicas ventas de la Bombilla y la Aurora “y el puente de madera sobre el “poético
Genil “.
Las
escasas referencias a esta feria vuelven a aparecer en los años
treinta, en los que el gobernador anuncia en el diario Córdoba del
17 de mayo de 1934, que acudirá a Palma del Río a la entrega de los
premios del concurso de ganados celebrado en la feria de esta villa.
El seis de abril del año siguiente, en el mismo diario se anuncia la
celebración de la feria los días 20,21 y 22 de mayo donde se le
suministrarán a los asistentes pastos y abrevaderos siendo encargado
de la comisión de festejos don José Hidalgo. Finalmente del año
del comienzo de la guerra civil, conservamos este anuncio de feria
que reproducimos y que se publicita como la mejor feria de toda la
provincia.
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