Palma del Río es una encrucijada de
ríos, el Guadalquivir recibe en las huertas cercanas a nuestro pueblo al
segundo gran río andaluz, el Genil. Los cauces de agua son arterias del paisaje
que han sido utilizadas desde la prehistoria como forma de vida, de sustento y
comunicación para distintos colectivos humanos. No es casual que en los
alrededores de nuestros ríos, en sus terrazas, se encuentren restos de
industria paleolítica y yacimientos
desde el neolítico como el de La Verduga, Vega de Santa Lucía, etc... El uso de
nuestros ríos marca su culmen durante el
periodo romano en el que la zona de confluencia del Genil y el Guadalquivir, es
utilizada como lugar de envasado y transporte del aceite cultivado en la
bética. La Edad Media también nos trajo el empleo de nuestros ríos como
transporte de maderas, pesca fluvial y los comienzos de sistemas de irrigación
como las norias y azudas.
Estos ríos palmeños son los más
conocidos y figuran en el escudo de la villa, pero me gustaría señalar la
importancia de un tercer río que también desemboca en el Guadalquivir a un par
de kilómetros de la unión de los dos grandes ríos andaluces. El Río Retortillo
hoy podría pasar por un arroyo, pero en tiempos en los que su cauce no estaba controlado
por pantanos era un importante afluente del Guadalquivir. Desde su nacimiento en el interior de Sierra
Morena, es un paso natural de sierra y
frontera entre las actuales provincias de Córdoba y Sevilla, hasta desembocar
en nuestro municipio.
La posición estratégica del
Retortillo como afluente norte del Guadalquivir la tenemos constatada desde el
tiempo romano. Entre los actuales puentes de la vía del tren y de la carretera
A - 431, existen las ruinas de un antiguo pontón romano con añadidos medievales.
De ésta construcción sólo nos queda un arco en la orilla de Peñaflor, pero aún
se conservan los pilares y su nexo con el antiguo camino de Córdoba a Sevilla.
Este itinerario, constituía una de las principales vías tanto terrestres como
fluviales de la Andalucía antigua y medieval.
A escasos 500 metros de esta
infraestructura pontonera, encontramos una galería de agua de unos 15 metros de
longitud con entrada orientada al noreste y salida al cauce del Retortillo. La
finalidad de ese túnel es clara, dar salida a las escorrentías de aguas que
bajan desde el monte cercano. Todavía durante las lluvias pasa agua por esta
galería artificial realizada para drenar agua. La obra es importante para lo
exiguo del torrente, pero posiblemente estuvo relacionada con algún
asentamiento, construcción hidráulica o molino desaparecido junto al
Retortillo.
De la misma naturaleza histórica,
como elemento patrimonial relacionado con el río, encontramos aguas arriba en
la misma orilla un intento de crear un puerto de noria del que sólo quedan los
restos del pilar con importantes sillares y un muro con una altura de unos 2
metros y una longitud de 20 metros para encauzar el agua que habría movido el
ingenio. Estos dos elementos patrimoniales están situados en el término de
Palma del Río ya que el mismo cauce sirve de límite con el término municipal de
Peñaflor.
Aguas arriba en la vertiente
sevillana, encontramos uno de los elementos más señeros de la unión del pasado
histórico y el medio natural. El castillo de Toledillo es una fortaleza creada
para controlar el paso natural desde el valle hasta la sierra por las faldas
del Retortillo. El fortín de Melbal, como era denominado en el periodo
islámico, se conserva mimetizado en el entorno de la presa de derivación del
Retortillo. Con una interesante historia bajo medieval, fue objeto de las
apetencias territoriales del señorío de Palma por controlarlo, llegando a
enfrentarse con el obispado de Córdoba por su posesión.
La
orografía de las orillas del Retortillo favorece la creación de cárcavas y
pequeños cañones, además de cuevas y abrigos naturales que han sido utilizados
como lugar de refugio para el ganado e incluso para el retiro de ermitaños. En
el año 1595, en los documentos conservados del
archivo del hospital de San Sebastián queda muestra de estos eremitorios
con una breve mención sobre “Se rescibio un ermytaño de las quebas de
rretortillo”. Esta utilización religiosa, tiene como máximo exponente la
fundación en sus faldas del convento franciscano de San Luis del Monte que
junto al de Santa María de los Ángeles de Hornachuelos, fueron los pioneros de
la seráfica provincia de Los Ángeles. En el nacimiento de esta comunidad
franciscana también vuelve a participar de manera decisiva el señor de Palma
Luis Portocarrero al ceder parte de sus tierras en la orilla del Retortillo
para el retiro monástico.
De esta manera, discurre parte de la
sencilla y a veces desconocida historia del Retortillo antes de confluir en el
gran río de historia y cultura andaluz.
Que interesante todo Emilio y que labor la tuya, evidentemente que rebosa profesionalidad. Me ha gustado mucho la entrada.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por tu comentario Paco, la verdad es que se agradecen tus comentarios, por mi parte aparezco de vez en cuando por el blog después de un mes y pico. Esta semana volverá a poner alguna entrada más, no tengo la regularidad de blogs como el tuyo que son un ejemplo. Por cierto muy interesante la entrada de las fuentes de las aguas cordobesas. Voy a ponerte un comentario.
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