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jueves, 15 de noviembre de 2018

Villadiego y la hermandad general de Andalucía



La plena Edad Media en el valle Guadalquivir estuvo marcada por dos fechas que cambiaron el desarrollo histórico de la Andalucía del Baetis. La primera de ellas fue la conquista de Córdoba por las tropas castellanas del rey Fernando III en 1236. El segundo hito se produjo en 1248, cuando Sevilla la antigua capital de los Almorávides y Almohades cae también bajo el control castellano y los dominios del rey Fernando III aumentan de manera considerable. Las nuevas tierras en el valle del Guadalquivir habían sido controladas tras el derrumbe del imperio Almohade. Pero el dominio efectivo de la corona Castilla sobre el territorio, era débil y localizado en los grandes núcleos de población. Los antiguos habitantes andalusíes eran numerosos en el espacio rural. Este factor hizo que desde el principio, los nuevos pobladores cristianos necesitaran de un apoyo militar constante ante el peligro de rebeliones mudéjares como la ocurrida en 1264. Para reforzar las defensas mutuas entre villas y ciudades del alto y bajo Guadalquivir, ciudades como Jaén, Úbeda, Baeza, Andújar etc..., se organizaron en estas primeras hermandades fronterizas en el año 1265. En 1269 Alfonso X autoriza la creación de otra hermandad entre los concejos de Sevilla, Carmona, Jerez, Arcos, Niebla, Huelva, etc.….

Ilustración de Irene García Ruibérriz de Torres

La Hermandad General de Andalucía nació en 1295 para integrar a los principales municipios de la orilla del Guadalquivir y de Andalucía occidental. Entre 1295 y 1320 se celebraron reuniones todos los años en distintos municipios y villas. En su última década de funcionamiento (1312, 1313, 1319, 1320) las reuniones se producen en esta comarca (en Palma del Río y Peñaflor ) 1. A lo largo de estas reuniones los acuerdos de defensa y protección mutuas fueron desarrollándose y aplicándose a la frontera con el reino nazarí de Granada y al peligro benimerín que avanzaba desde el norte de África. Los tiempos difíciles y convulsos de las tierras andaluzas sufrieron un nuevo contratiempo con la muerte de Fernando IV y la minoría de edad del rey Alfonso XI. Las disputas por ejercer la tutoría y regencia en Castilla provocaron que la hermandad, a partir de 1320 entrara en crisis. La reunión celebrada en Peñaflor en abril de 1320 fue la última donde se escenificó la unidad de los concejos andaluces. Los siguientes cinco años vieron como esta unidad se descomponía con rapidez, por las disputas entre nobles e intereses cruzados entre las élites de ciudades importantes como Córdoba.


El motivo de la elección de Villadiego como lugar de encuentro de la Hermandad fue claramente la centralidad de esta comarca en el valle medio del Guadalquivir. Aquí podían encontrarse los municipios y villas del alto y bajo Guadalquivir. Además el camino entre Córdoba y Sevilla dotaba de un medio de comunicación directo y rápido entre las dos grandes ciudades andaluzas. Otro factor importante de la elección de Villadiego era su naturaleza de lugar fortificado, que proporcionaba la seguridad necesaria a los representantes de todas las villas del Guadalquivir, en unos tiempos tan difíciles como los de principios del siglo XIV.


Los acuerdos de la Hermandad General de Andalucía en la ermita de Villadiego se conservan de manera parcial, dentro de la documentación del archivo ducal de Medina Sidonia. Uno de los documentos más importantes fue el acuerdo firmado en Villadiego el 26 de agosto de 1320, por el que todas las ciudades representadas pactaron no recibir tutor del rey sin un acuerdo general, controlar las rentas de la corona y al adelantado de la corona en Andalucía. Este acuerdo muestra la intención de obtener cierta autonomía política, mediante la unión en la hermandad de las grandes ciudades andaluzas. Además la junta celebrada en Peñaflor acordó firmar la paz en la frontera con el reino de Granada, organizar la defensa del estrecho de Gibraltar y la ayuda mutua entre las milicias concejiles de los pueblos de Sevilla y Córdoba, para asegurar la defensa de la campiña durante el tiempo de la recogida de trigo.


En la ermita de Villadiego durante 1320 la Hermandad General de Andalucía pactó autoprotegerse, velar por unos intereses comunes ante la falta de poder provocada por la niñez del rey, y organizarse como organismo político de un nuevo territorio que empezaba a configurarse. El proyecto que se levantó en Peñaflor pervivió poco tiempo ante los intereses opuestos de las grandes ciudades. Aún así nos dejó documentación histórica interesante que acaba con la sentencia de “En Peñaflor a 23 de abril de 1320, otorgamos e conçedemos que en serviçio de Dios e de nuestro sennor el rey Don Alfonso e pro e guarda de la tierra que ponemos por el poder que estos sobre dicho nos dieron, demás de las cosas que fueron e son puestas en la hermandat que todos los de las villas del Andalusia avemos en uno, lo que aquí será dicho… “.2 El año próximo se cumplen 700 años de la primera reunión de la Hermandad General de Andalucía en la ermita de Villadiego, y será el momento de conmemorar un hecho histórico que situó a Peñaflor en el centro del Valle del Guadalquivir.
1 Nieto Cumplido, Manuel. “Palma del Rio en la Edad Media (855-1503)”.
2 García Fernández, Manuel. “La hermandad general de Andalucía durante la minoría de Alfonso XI de Castilla: 1312 - 1325.” Historia. Instituciones. Documentos, ISSN 0210-7716, Nº 12, 1985, págs. 311-376.

1 comentario:

  1. Muy interesante como todo lo que publicas, gracias por dedicar tu tiempo a esto.

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